El 22 de marzo de 1993 se estableció, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Día Mundial del Agua. Su objetivo es destacar el valor esencial de este recurso natural como fuente de vida.
Entender que el agua es una fuente de vida es poder interpretarla como el elemento más importante para todo ser vivo. Pero su valor traspasa las necesidades fisiológicas. El agua determina la existencia de las actividades que nos rodean y organizan nuestro estilo de vida, como la agricultura, la industria, y el uso doméstico.
Entre sus funciones, también se destaca la regulación natural del clima. Esta es una de las principales razones por las que debemos hacer resonar la exigencia de la protección de nuestros ecosistemas. El Licenciado en Gestión Ambiental y Ecología e integrante de Jóvenes por el Clima, Kiyoshi Fortuna, respecto a la problemática del río Paraná, hace hincapié en la importancia de los humedales, entendiendo a un humedal como cualquier reservorio de agua que puede ser artificial o natural que, además de ser importantísimos ecológicamente hablando, muchas veces abastecen a poblaciones enteras de agua potable.
El acceso al agua es un derecho humano, del cual carecen 2200 millones de personas. Ser conscientes de su escasez y llevar a cabo un uso responsable de este recurso es de vital importancia para la vida en nuestro planeta.
Asimismo, pensar en el cuidado de nuestros ecosistemas no solo implica la comprensión de su importancia y el respeto a los propios recursos, sino también a la vida alrededor del agua.
Frecuentemente, a la vera de los acuíferos, comunidades conviven con las consecuencias de su desprotección: olores fuertes, desechos de fábricas, animales muertos, basura o inundaciones. Estas problemáticas perjudican seriamente la vida de los seres humanos y la biodiversidad.
La ONU destaca algunos datos en relación a la falta de agua y saneamiento:
- La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial y se prevé que este porcentaje aumente. Más de 1700 millones de personas viven actualmente en cuencas fluviales en las que el consumo de agua supera la recarga.
- Las mujeres y las niñas son las encargadas de recolectar agua en el 80% de los hogares sin acceso a agua corriente.
- Entre 1990 y 2015, la proporción de población mundial que utilizaba una fuente mejorada de agua potable pasó del 76% al 90%.
- 4 billones de personas carecen de acceso a servicios básicos de saneamiento, como retretes o letrinas.
- Más del 80% de las aguas residuales resultantes de actividades humanas se vierten en los ríos o el mar sin ningún tratamiento, lo que provoca su contaminación.
- Cada día, alrededor de 1000 niños mueren debido a enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene.
- Las inundaciones y otros desastres relacionados con el agua representan el 70% de todas las muertes relacionadas con desastres naturales
Ante esta información, una de las metas definidas hacia 2030 es lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible. El ODS 6 es “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”.
Cuidar el agua es también exigir la regulación de actividades humanas, es exigir la interrupción tanto de los basurales a cielo abierto como del extractivismo inmobiliario. Cuidar el agua es preservar la vida.