En los últimos años, la práctica de “thriftear” ha ganado popularidad entre los amantes de la moda y la sostenibilidad. Este término, derivado del inglés thrift, que significa “ahorro”, se refiere a la acción de buscar y adquirir prendas de segunda mano en tiendas especializadas, bazares, mercados o sitios web. Más allá de ser una tendencia, esta práctica se ha consolidado como una alternativa consciente frente a la moda rápida, promoviendo el consumo responsable y la reducción del impacto ambiental.
¿Cuáles son sus beneficios?
Más allá de la ventaja económica —los locales de segunda mano suelen ofrecer prendas de calidad a precios más que accesibles—, el thrifteo tiene un impacto positivo directo sobre el ambiente.
La industria de la moda es una de las más contaminantes a nivel global. Al optar por prendas de segunda mano, se prolonga la vida útil de las mismas, disminuyendo la demanda de producción y, por ende, la explotación de bienes naturales. Esta práctica contribuye a la reducción de residuos textiles y a la minimización de la huella de carbono asociada a la fabricación de nuevas prendas.
El impacto positivo de thriftear en la industria de la moda
La creciente adopción del thrifting refleja una conciencia colectiva hacia prácticas más sostenibles en la moda. Al elegir prendas de segunda mano, los consumidores envían una señal a la industria sobre la importancia de la responsabilidad ambiental y social. Esta tendencia también impulsa el desarrollo de la economía circular, donde los productos se reutilizan y reciclan, reduciendo la necesidad de producción continua y disminuyendo el desperdicio.

Así es como también el auge del thrifting genera oportunidades de crecimiento económico y de innovación para diversas empresas dentro de la industria de la moda.
- Alineación con valores sustentables: las marcas que incorporan estrategias de reutilización y reciclaje en su modelo de negocio mejoran su reputación y generan mayor lealtad entre consumidores conscientes.
- Diversificación del modelo de negocio: empresas tradicionales de retail han comenzado a integrar secciones de moda de segunda mano en sus tiendas, explorando nuevas líneas de ingresos y adaptándose a las nuevas demandas del mercado.
En conclusión, el crecimiento del thrifting está transformando la industria de la moda, impulsando a las empresas a replantear sus modelos de negocio y a adoptar estrategias más sustentables. La integración de la moda circular no solo responde a la creciente demanda de los consumidores por opciones más ecológicas, sino que también abre nuevas oportunidades comerciales y fortalece la relación con una audiencia cada vez más comprometida con la sostenibilidad. Las organizaciones que logren adaptarse a esta tendencia no solo reducirán su impacto ambiental, sino que también se posicionarán como referentes en un mercado en constante evolución.