En un mundo donde la sostenibilidad se ha vuelto una preocupación central, las mujeres están desempeñando un papel fundamental en la creación de soluciones innovadoras para construir un futuro más verde y equitativo, demostrando que el cambio positivo puede surgir de cualquier lugar y en cualquier circunstancia.
Según un informe, de principios de este año, de Forbes, hay cada vez más mujeres liderando proyectos de sustentabilidad y combatiendo, consciente o inconscientemente, dos de las problemáticas globales más visibles de nuestra época: la crisis climática y la desigualdad de género.
En ese sentido, existen historias inspiradoras de mujeres emprendedoras que están marcando la diferencia en el panorama de la sostenibilidad. Desde Lamis Al Hashimy, cofundadora de Palmade, quien convirtió un proyecto de garaje en una exitosa empresa ecológica en los Emiratos Árabes Unidos, hasta Derya Baran, cofundadora de RedSea, que aborda el calor extremo y la escasez de agua en la agricultura a través de tecnologías innovadoras. También, es rescatable el trabajo valiente de Majd Mashharawi en Gaza, donde ha fundado GreenCake y SUNBOX para reconstruir su comunidad a partir de escombros y cenizas, proporcionando energía solar asequible en medio de un entorno de conflicto y escasez.
Podría decirse que estas mujeres entonces no solo están liderando con ingenio y determinación, sino que también están abogando por una mayor equidad de género en la resolución de problemas sociales y ambientales. Su dedicación demuestra que el cambio positivo es posible, incluso en los momentos más desafiantes.
Este artículo es un homenaje a su valentía, creatividad y compromiso por un mundo mejor para las generaciones futuras.